viernes, 5 de diciembre de 2014

Los comentarios despectivos

Déjenme hacer una breve historia antes de comenzar a desarrollar este tema que me apasiona. Como me apasiona escribir y volcar ideas que son las que padecemos mucho.
Erase una vez, una empresa familiar en los albores del inicio de su actividad. Una empresa con dueños de buena onda que decían: “Somos una familia”. Y los trataban como tal a sus empleados. Justamente, ellos, los empleados, lo sentían de igual forma. Eran épocas de invitaciones a asados, cumpleaños. Cualquier escusa servía para juntarse. Hasta se escuchaban los comentarios entre los compañeros que no les pesaba levantarse para ir a trabajar porque, verdaderamente, se sentían contentos de compartir horas de actividad laboral.
Como estaba ubicada, en lo que yo diría una isla floreciente, dentro de un país con serias dificultades, su crecimiento fue exponencial. Pero ese crecimiento trajo aparejado cambios de actitudes. Llegó otra gente que fue socavando, lenta pero sin pausa, debilitando a algunos de los que habían comenzado con la empresa. Usando todo tipo de ardides. Hasta invitaban a algún empleado a su casa, para sacar valiosa información sobre los “adversarios”. Y cumplieron con su cometido. La facilidad de envolver con las palabras dan sobrada muestra de una habilidad que muy pocos tienen. Los que humanizaban el trato con sus subalternos, habían dejado su lugar. Ya no estaban. Quedaron los que habían sido envueltos en la telaraña.
Supongo que a muchos de ustedes les ha pasado.
Pero entrando ya en el tema, sucede que hay personas en las altas esferas de las empresas, que hacen gala de su poder. No son todos. Pero que los hay... los hay. Llegando al punto de hacer comentarios despectivos hacia alguien. Si uno es un profesional, tiene escuela, y es además inteligente, no trataría, y disculpen el término que voy a usar, pero es el único que me cabe, como un “sorete” a sus empleados. Como trabajador, uno se puede equivocar o dejar de hacer algo por olvido o por el exceso de tareas, ya que uno es “humano”, pero no tiene que soportar denigrantes comentarios de quienes se creen superiores (solo por el rango).Ahora, cómo podemos reaccionar ante tal situación. Según los psicólogos, conviene contenerse y dominar ese primer impulso de responder de la misma manera. A mí, a decir verdad, me cuesta mucho, pero intento de encontrar una explicación de por qué esa persona actúa de esa forma. No todos somos iguales. Lo complicado es cuando, ese comentario despectivo, causa daño.
Uno ha vivido mucho, tiene demasiada experiencia de situaciones similares que se viven en la vida cotidiana. Pero esos comentarios, dichos por personajes de mala entraña, pueden causar mucho daño si la persona es frágil.
Supongo que en más de una ocasión deben haber tenido la certeza de que alguien del entorno les tiene animadversión o sencillamente no siente simpatía hacia ustedes. Tengan presente, entonces, que lo importante es no reaccionar ante la hostilidad con los mismos medios, a veces es mejor hacer oídos sordos o contestar adecuadamente, ya que demuestras una mayor educación de quien cree estar muy por sobre ti.
Continuará...

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