miércoles, 21 de enero de 2015

¿Alguna vez tiraremos todos juntos?

Tengo cosas muy importantes que resolver en mi vida, pero no quiero, no puedo dejar de hacer este comentario. Me retrotrae a esa famosa frase: "Separados se escribe todo junto y todos juntos se escribe separado". Hoy me refiero al lamentable hecho de la muerte del fiscal Nisman. Casi inmediatamente de conocida la noticia, sin esperar, ni siquiera, las primeras pesquisas, la oposición comenzó a disparar pesados dardos contra el gobierno. También las redes sociales se infectaron de comentarios, haciendo propias conjeturas sobre su muerte.
Por su parte, el gobierno, salió, horas más tardes, a aclarar que nada tiene que ver con el hecho.
Lo cierto es que desde el 18 de julio de 1994, han pasado 20 años y medio desde el atentado que dejó 85 muertos y más de 300 heridos, todavía no fue esclarecido, en un proceso desprolijo, con investigaciones incompetentes, con muchas idas y venidas, con desaparición de pruebas, con presentaciones de otras pruebas. En fin, un sinnúmero de irregularidades. Y cuanto más tiempo pase, menos claro queda el proceso de esclarecimiento.
Pero, hoy, no hay hecho pequeño o grande que no divida aguas entre los argentinos. Es lamentable.
La lucha por mantener el poder hace que de un lado o del otro, los adeptos hablen sin tener un verdadero análisis consciente, inteligente, solo repiten a diestra y siniestra los postulados, por así decirlo, de ambos bandos.
Hace muchos años, un hombre (aunque me tilden de peroncho y lo soy) dijo: "El problema de los argentinos, lo resolvemos entre todos o no lo resuelve nadie". Y es una verdad ineludible.
Como me gustaría que en esta Argentina de hoy, aunque parezca un idea utópica, los partidos opositores reconozcan las cosas que se hacen bien, y que, por su parte, el partido gobernante de marcha atrás en algunas actitudes cuando algún partido opositor tenga una idea más clara para resolver el problema.
Eso es, verdaderamente, resolver el problema entre todos. Argentina Año Verde, decía un sketch humorístico (para los más viejitos).
Señores, ha llegado el momento de dejar las banderías de lado. Todo lo que hagamos a partir de ahora tiene que ser consensuado entre todos. Nos falta solo una pequeña cosa: aprender a escuchar las ideas del que está en la vereda opuesta, y el que está en la vereda opuesta escuchar las nuestras. Pero con ideas claras, sin imposiciones de que lo mío es mejor.
Dejemos de embarrar la cancha y pongamos soluciones, no críticas.
El diálogo fructífero debe estar abierto.
Una idea pequeña, puede transformarse en la solución a graves problemas si la trabajamos entre todos.
Sólo de esa "supuesta" idea utópica, un hogar, una ciudad, un país, CRECE.