jueves, 9 de julio de 2015

Yo creo que se puede

Este comentario fue parte de una respuesta a un gran amigo, en mi cuenta de Facebook, editando y agregando algunas cosas que no estaban en él. Y ahora que estamos en período de propuestas de candidatos políticos, viene bien recordar.
Las cosas pueden cambiarse cuando uno tiene ganas y pone todo el empeño en hacerlas. Solo hay que mirar las macro (lo que sucede a gran nivel), las micro (lo que sucede en nuestro entorno) y usar la creatividad. Pero ojo el piojo, no lo puede hacer solo una persona, sino un equipo de gente con mucha honestidad, conocimiento y sumamente capacitada para tomar decisiones de fondo, respaldado por la sociedad en su conjunto. Cuando digo, respaldado por la sociedad en su conjunto, me refiero a que, sin llegar a ser un gobierno populista, esa persona, ese equipo, debe estar sumamente conectado con la gente.
Todo se basa en la idea: Cuando se quiere, se puede.Lamentablemente, a la clase política la percibimos más como un problema que como una solución, allí es donde debemos cambiar radicalmente. A la gente ya no le bastan las palabras, los eslóganes, las frases hechas. El pueblo, hoy, demanda a gritos más apertura, más participación y sobre todo más transparencia e implicación.A ver si me explico. Tenemos muchísimos ejemplos de ciudades que quedaron en ruinas, y hoy son florecientes. Hiroshima, por tomar solo un caso, fue arrasada hasta sus cimientos, pero tenía raíces más profundas: "LA GENTE".

China terminó en solo 2 años con la drogadicción (traída por los capitalistas de occidente para que la gente tuviera su escape para no sentirse esclavizada -¿Les resulta conocido este tema?-), con una movida desde las altas esferas del gobierno que llegó hasta el seno de cada una de las familias. Sin ir muy lejos, hace unos días nomas, viaje en un colectivo urbano de Rosario con chicos, porque realmente eran chicos, de una hinchada de fútbol, fumando porros abiertamente. ¿Quién les podía decir algo?
Ahora, y volviendo al tema, tomando como bases solo estas palabras: honestidad, capacidad, valores y creatividad, se puede. Sembrar conciencia de que se puede hará que la cosecha sea abundante.El color político debe quedar atrás cuando el objetivo es mucho más importante que las banderías. Tengo el recuerdo de ciudades pujantes y que ya no lo son. Las que otrora eran iconos del cordón industrial, ya no lo son más. ¿Por qué? Porque quedaron relegadas a los malos manejos de dirigentes.

Como decía antes, una persona con un equipo honesto, capaz, con valor y creativo, y, perdonen el calificativo, con "huevos", puede lograr que una ciudad vuelva a levantarse y desprenderse de la lacra enquistada, que solo utiliza el beneficio propio. Un granito de arena que pongamos todos, hará una fortaleza.
Al voto uno se lo da con honestidad y esperanza.
Por eso, y teniendo en cuenta que los gobiernos deben estar al servicio del pueblo, cumplan las promesas de campaña y no la demagogia del engaño.
Se puede mejorar todo si uno es transparente y honesto, sin olvidarse que la vida de su vecino está en sus manos.