miércoles, 17 de diciembre de 2014

Palabras desde el corazón

Buscando otras cosas, encontré esto que escribí, allá por el 2007. Quise recordarlo y ponerlo en este medio, porque a veces muchos pasamos situaciones similares.
Comenzaba así:

El llanto se deja escuchar en el corazón, buscando una luz...
Aquella pequeña llama en medio de la total oscuridad.
Pero ese llanto es tan profundo que oprime... Oprime hasta que duele...
Ya no puedes distinguir entre la belleza y la crueldad... La belleza de la oscuridad y la crueldad de esa misma vida... Duele demasiado.
Te entiendo.
Aprendiste a callar cuando te duelen las palabras...
Aprendiste a bajar la vista cuando duelen las miradas...
Aprendiste a abrazar cuando, solo, hoy quieres que te abracen...
Aprendiste a perdonar...
Te entiendo.
Pero solo un alma desnuda, como la que estas forjando... solo un alma desnuda, descubre los sueños.
Esos sueños que harán que lo que descubras sea más grande.
Esos sueños que harán que el coraje aflore en los más finos capilares de tu piel.
Y algún día todos estos momentos serán un recuerdo.
Decían las primeras palabras de Desiderata: "Anda plácidamente entre el ruido y la prisa, pero mira la paz que puede haber en el silencio..."
Y como esas palabras... En el silencio de tu interior, busca la paz.
Despierta entre los besos de los rayos de sol que se escurren a través de tu ventana.
Despierta con la sonrisa que solo puede darte el amor.
El amor que te alcanza en un abrazo tierno.
Ama en silencio a una figura extraña.
Ama tu vida.
Ama a tus hijos.
Ama a tus padres.
Ama sin razón.
Ama en la locura.
No importa a quien.
No importa si es real o no.
AMA.
Cuando tu vida se llene de amor... de la locura del amor... todos los momentos crueles se irán cerrando y la belleza de la vida irá ganando espacio.
Y con la belleza en tu vida, tomarás decisiones que ni siquiera puedes ver con tus ojos cegados por la pasión del enfrentamiento.
Hoy estoy acompañando tu alma, desde la razón de las palabras.
Simplemente quiero que sepas que alguien piensa en vos.
Sin pedirte nada a cambio. Sin obligarte a nada.
Solo expresando en un teclado que va hilvanando el fluir del corazón.
Porque se que del otro lado de la pantalla estas vos... y desde tus ojos al corazón.
No te abrazaré en persona, ni pondré mi hombro para que te desahogues, porque muchos kilómetros nos separan, solo esperaré que mis palabras lleguen a lo más profundo de tu ser.
Te quiero, amiga.


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